Belleza segura. El diálogo en IG Live que no fue
Casi como dice la canción de Roberto Carlos, tengo un millón de amigos y todos tienen un talento digno de compartir, muchos de ellos son auténticas autoridades en el campo en el que se desempeñan y yo, que soy fanático de contar y escuchar historias, Me fascina su conocimiento.
Dana Yegres, @danabeautytrainer es parte de ese grupo de crack . Además de ser amigas desde el siglo XVII, también hemos compartido algunos escenarios laborales, pues ella ha trabajado conmigo en muchas producciones fotográficas para campañas desarrolladas en la agencia On Fire.
En 2002 se inició como formadora en Wella, empresa donde luego se convirtió en coordinadora de educación de las líneas premium System y Sebastian Professional, para luego coordinar sus planes de formación para América Latina. Actualmente se desempeña en el área comercial de American Perfect, marca para la que también aporta en el área de capacitación de la línea Care.
Además, Dana es maquilladora y mi experta en belleza favorita.
Quién mejor que ella para brindar recomendaciones para regresar al salón de belleza o a la barbería, esos espacios que, además de placer y cuidado estético, son espacios ideales para la liberación emocional.
-Después de la pandemia y el confinamiento, mucha gente anhela visitar el salón no sólo para vestirse sino para despejarse… ¿Crees que es así?
- La gente anhela volver al salón de belleza porque el propio ser humano busca la manera de preservar su estima e imagen. Es una forma normal e incluso saludable de sobrevivir, de mostrar fortaleza ante la adversidad. La parte emocional, ante la pandemia global, el aislamiento y la suspensión momentánea de la rutina diaria, es clave para fortalecer y preservar el sistema inmunológico de la persona, por lo que no la considero trivial sino necesaria para la salud del individuo.
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Foto de Guilherme Petri en Unsplash |
-¿Cómo cree que debería ser ese regreso?
- Esto es lo que se ha definido como la nueva normalidad. El cliente será totalmente diferente, más preocupado por su salud e integridad y demandará más cuidados dentro de los espacios de belleza. La forma en que interactuamos ha cambiado prácticamente de la noche a la mañana y la clave es reaccionar rápidamente, interiorizarla y hacerla parte de nosotros mismos para diseñar cómo regresaremos a los espacios de belleza.
Por lo general, el trayecto del cliente dentro del salón se basa en:
- Bienvenida.
- Servicio (Coloración y/o tratamientos).
- Lavado.
- Corte / Styling .
- Despedida.
Sin embargo, a estos pasos es necesario insertarle normas de bioseguridad para poder hacer posible el regreso de los estilistas y clientes.
Agendar citas
- Pautar citas con anticipación para garantizar no haya ningún tipo de aglomeración en el salón.
- El salón debe dictar las pautas de seguridad al cliente para poder entrar en al establecimiento; puede enviarlas por texto, con una imagen diseñada que le dé valor a su marca, y debería exigir un kit de seguridad.
- En caso de no exigírsele, el cliente puede tener la iniciativa de llevar su propio kit de seguridad compuesto por mascarilla o tapaboca, guantes, toallas húmedas, gel antibacterial.
- El salón puede ofrecer kits de seguridad al cliente e incorporarlos al costo de todo el servicio.
La bienvenida
- El salón debería garantizar antibacteriales a la entrada del cliente.
- Sería conveniente dejar los zapatos en la entrada y que el cliente traiga su calzado dedicado a esta actividad.
- En sala de espera, no debería existir ningún tipo de material de lectura.
- Se debe redistribuir el mobiliario de manera tal que haya un distanciamiento de 2 metros entre cada persona.
- Por lo general, los salones ofrecen café o té. Estos deberían ser servidos en vasos desechables. (Lo que supone también un reto para ser coherentes con el cuidado del medio ambiente).
- El área de los baños debe ser desinfectada una vez el cliente salga del mismo.
- Es importante resaltar la desinfección de las manillas del lavamanos, de la puerta, el piso y toda la superficie del recinto.
Cuidar el área de servicio
- Las estaciones de trabajo deben tener antibacteriales, rociadores con alcohol absoluto al 70% o cloro diluido en agua para poder desinfectar sillas y herramientas.
- Los estilistas deben poseer mascarillas, sean pantallas de acrílico o tapabocas, y guantes para poder entrar en contacto con el cliente.
- Las herramientas deben ser desinfectadas una vez culminado el trabajo.
El lavado y tratamiento
- Quien ejecuta el servicio de lavado y tratamiento siempre debe llevar guantes. Esta es una práctica muy común en muchos países.
- Los guantes deben permanecer como una obligación en esta estación de trabajo.
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Photo by Fábio Alves on Unsplash |
Corte y styling
- El cliente no debe tocar las herramientas del estilista o cualquier superficie de esta área de trabajo.
- Cuando el cliente se retire de la silla se debe desinfectar él apoya brazos y la silla en general antes de recibir al próximo cliente.
- Cepillos, peines, herramientas térmicas, tijeras deben ser desinfectados.
-¿Estas recomendaciones deben instaurarse como hábitos permanentes?
-Esta nueva forma de trabajar debería implantarse durante mucho tiempo, para luego flexibilizarse, sobre todo en cuanto a la cercanía con las personas, el uso de mascarillas y guantes para los clientes, el roce de superficies y el exceso de desinfectante de forma frecuente Sin embargo, hay reglas de seguridad que deben mantenerse, como la esterilización constante de herramientas como cortacutículas, tijeras, navajas, cepillos, peines. También creo que tanto los estilistas como los colaboradores del área de lavado deberían usar guantes permanentemente, como es norma en muchos países.
-Y una curiosidad, ¿preparan a los estilistas, a todos los que intervienen en los cuidados en el salón, para que sean un poco terapeutas de sus clientes?
- Los estilistas no están capacitados para el trabajo emocional que realizan todos los días. Es la experiencia que, de una forma u otra, les da el ánimo no sólo para ejecutar el servicio sino también para sostener la carga emocional personal y la de sus clientes. Ciertamente existen seminarios de Atención al Cliente que de alguna manera les ayudan a identificar el tipo de personas que tienen frente a ellos, lo que les ayuda a manejar situaciones extremas durante el servicio, pero en general es la experiencia la que te da esa sensibilidad tan valiosa de ser, no solo el arquitecto de la apariencia, pero la resistencia emocional para quienes la necesitan.
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