Freedom y feliz viaje


El video de Freedom! `90 es una de las joyas audiovisuales más emblemáticas de los 90. No solamente significó el grito literal de libertad para George Michael, uno de mis artistas favoritos, sino que también consolidó el fenómeno de las top models como un grupo selecto de super mujeres que -en muy discreta diversidad- representaban el ideal total de belleza de una época: eran independientes, fuertes, decididas y así quedaron plasmadas en la historia.
 
Una analogía que ayuda a entender el significado estético de este grupo de mujeres puede ser pensar en La Primavera de Sandro Boticelli… Las ninfas de esta obra, como patrón estético del siglo XV, equivalen en los años 90 del siglo XX a Cindy Crawford, Christy Turlington, Naomi Campbell, Linda Evangelista y la inolvidable Tatjana Patitz, quien dejó este plano a causa de una enfermedad, con solo 56 años de edad.


Foto: La Primavera, Sandro Boticelli. Wikimedia.org


Otra buena referencia -para no soltar tan rápido la comparación con obras maestras del arte- es El Juicio de París de Pedro Pablo Rubens, cuyas versiones fueron creadas mucho más cerca de nuestros días, en el siglo XVII. Bueno, en las dos obras Venus es protagónica como ideal de perfección, y estas mujeres que aparecen en el video de Freedom! `90 son las auténticas habitantes del Olimpo del show business noventoso.

Pero además, este video -que planteó en total equilibrio la convivencia del pop, el cine y la moda- está dirigido por un entonces jovencísimo David Fincher, director de las taquilleras El curioso caso de Benjamin Button; El club de la pelea; Seven y muchas otras películas, pero sobre todo dirigió algunos de los videoclips más interesantes de la época. Este señor es uno de los escultores de la estética ideal musical/cinematográfica de una década, cuyo talento para contar historias es minucioso, sutil y poderoso a la vez.
 
Madonna, Paula Abdul, Aerosmith, Sting, Billy Idol y hasta Patrick Swayze tuvieron piezas dirigidas por Fincher que, en Freedom! `90, suelta todas las cartas para acompañar a Michael en su invisible salto del clóset y dejarnos -a los entusiastas de la imagen- boquiabiertos cada vez que lo vemos, sin importar el paso del tiempo.

Hoy, que se fue Tatjana Patitz le deseo feliz viaje y le dejo un agradecimiento por recordarme esta obra rodada en celuloide que es para quitarse el sombrero, o el suéter, la ropa entera, lo que quieran.




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