El apoyo incondicional: lo mejor de Queen Charlotte

Foto: Liam Daniel/Netflix

Díganme lo que sea, que si son fatuas, que no son profundas, que esto y lo otro, pero no todo en la tele y en el cine tiene que ser profundo para aportarte algo y la gran sorpresa es que sí, muchas veces los shows tachados de superficiales sorprenden con un gancho de izquierda que no te esperabas. 

Ya había visto Bridgerton, con lo cual no esperaba más que placer visual con Queen Charlotte, pero  debo decir que:

La colorida dulzura de este género -fantasía de época o fantasía histórica, no sé si tiene un nombre- es parte de lo que yo llamo “el factor anestesiante”; elemento ideal en una serie para descansar la mente y el cuerpo, porque te relaja y te empalaga con historias románticas, o cotidianas, imposibles o graciosas. Los shows de este tipo suelen ser adictivos y son calificados como guilty pleasures por aquellos que se consideran demasiado cool como para admitir que los ven. 

Siempre tengo una en mis pendientes para recurrir a ella en caso de emergencia y sí, con Queen Charlotte funcionó: todos los factores anestesiantes estaban, pero hubo algo que no me esperaba y es el que me trae aquí. Esta serie aborda el tema de la salud mental como una cachetada dada con un guante. La inclusión y el feminismo, tópicos recurrentes y a veces hasta forzados en las producciones de Shondaland, están presentes, pero la fuerza que le dieron a la salud mental no me la esperaba.

Corey Mylchreest interpreta al joven Rey George III

La historia del “rey loco”, George III, expone la forma en que todos subestimamos en algún momento las enfermedades mentales, y esta serie deja colar, en medio de telas brillantes, flores y opulencia, la importancia de dar con tratamientos eficientes, lo duro que es para quienes las padecen cumplir con las expectativas del entorno, lo valioso que es el apoyo incondicional y que creer con convicción que cuando amas, siempre puedes ayudar de alguna manera. Hacemos mucho, aunque sea estando, acompañando.

Hasta hace poco, los tratamientos y medicamentos utilizados para tratar distintas afecciones de la mente eran inhumanos y con efectos secundarios letales. Estas experiencias no solo afectaban la vida del paciente, sino que también dejaban una marca profunda que, de alguna manera, permanece en la memoria de sus familias por muchas generaciones.

Si conoces a alguien con algún problema de salud mental, solamente hazle saber que estás allí. Ese mínimo gesto, quizás le alivie y reconforte.

(Por cierto, esta Charlotte está inspirada en Charlotte de Mecklemburgo-Strelitz, abuela de la Reina Victoria del Reino Unido y de quien se dice que tenía ascendencia africana)

Retrato de Coronación de la Reina Charlotte of Mecklenburg-Strelitz 
por Allan Ramsay (c. 1760-61). Royal Collection.